Hay cacharros que (casi) te hacen el desayuno, y Maricarmen está en esa categoría. Más de un cuarto de litro de tu bebida favorita, sin escatimar, te espera dentro. Su interior en color crema contrasta con lo que estés tomando y le da un punto cálido, mientras que el exterior te permite elegir el tono que mejor te encaje en una gama de colores que va en aumento, por lo que siempre encontrarás tonos nuevos junto a los clásicos de Maralle. También combina con su alter ego más alto, el vaso Marisa, para que puedas hacerte tus propios sets coordinados. ¡Larga vida a Maricarmen!

Por qué lo hice: quería una serie de vasos que parecieran muy sencillos, pero a la vez llamativos. Me gustaba la idea de que los colores del interior y el exterior se fundieran en cascada y generaran aún más diferencias entre cada pieza. Cada tono reacciona de forma distinta y crea efectos nuevos centímetro a centímetro, y resultó original y alegre.